Los Monumentos y Museos de Córdoba
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Monumentos de Córdoba

Mezquita-Catedral
Construcción Religiosa de los siglos VIII-XVIII
Época Medieval-Moderna
Ubicación: Calle Torrijos-Cardenal Herrero-Magistral González Francés-Corregidor
Luis de la Cerda
La Mezquita-Catedral de Córdoba es el monumento más importante de todo el Occidente
islámico y uno de los más asombrosos del mundo. En su historia se resume la
evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico,
renacentista y barroco de la construcción cristiana.
El lugar que hoy ocupa nuestra Mezquita-Catedral parece haber estado, desde
antiguo, dedicado al culto de diferentes divinidades. Bajo dominación visigoda
se construyó en este mismo solar la basílica de San Vicente, sobre la que se
edificó, tras el pago de parte del solar, la primitiva mezquita. Esta basílica,
de planta rectangular fue compartida por los cristianos y musulmanes durante un
tiempo. Cuando la población musulmana fue creciendo, la basílica fue adquirida
totalmente por Abderraman I y destruida para la definitiva construcción de la
primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad. En la actualidad algunos
elementos constructivos del edificio visigodo se encuentran integrados en el
primer tramo de Abderraman I.
La gran Mezquita consta de dos zonas diferenciadas, el patio o sahn porticado,
donde se levanta el alminar (bajo la torre renacentista), única intervención de
Abd al- Rahman III, y la sala de oración o haram. El espacio interior se dispone
sobre un concierto de columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático.
Cinco son las zonas en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de
ellas a las distintas ampliaciones llevadas a cabo.

Sinagoga
Construcción Religiosa del Siglo XlV
Época Medieval
Ubicación: Calle Judíos
Única en Andalucía y tercera de las mejor conservadas de época medieval de toda
España, está situada en el barrio cordobés de la Judería. Construida entre los
años 1314 y 1315 según las inscripciones halladas en el edificio, sirvió de
templo hasta la definitiva expulsión judía. A través del patio se accede a un
pequeño vestíbulo. A la derecha de éste suben las escaleras que dan acceso a la
zona femenina. Al frente se abre la estancia principal. De planta cuadrangular,
se encuentra decorada con atauriques mudéjares. El muro que soporta la tribuna
de las mujeres se abre con tres arcos oridntados con yeserías de gran belleza.
En 1492 los judíos son expulsados, utilizándose el templo como hospital, siendo
después ermita de San Crispín y, por último, escuela infantil. A finales del
siglo XIX es declarada Monumento Nacional.

Alcázar de Córdoba
Fortaleza Cristiana
Originaria del S. XIII con intervenciones Barrocas
Época Medieval
Ubicación: Campo Santo de los Mártires
El Alcázar cordobés, fortaleza y palacio de sólidos muros, encierra en su
interior gran parte de la evolución arquitectónica cordobesa. Restos romanos y
visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue
lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Cuando en 1236
Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte
del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio
comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo
largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio
(Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
El visitante que por primera vez vislumbra esta fortaleza se sorprende ante una
construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro
torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La
Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan
en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos
árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra. En
una de las galerías de acceso se exhibe un sarcófago pagano del primer cuarto
del siglo III. En su frontal muestra un altorrelieve sobre una alegoría del paso
de los difuntos hacia el más allá a través de una puerta entreabierta. Resalta,
de todas las salas una pequeña capilla barroca: el Salón de los Mosaicos, en la
que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la
Corredera. Bajo esta estancia se encuentran los baños, de inspiración árabe,
divididos en tres salas abovedadas con tragaluces estrellados. Éstas se
comunican con la caldera situada bajo la torre del Homenaje.
De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza. Con enlosado en
mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el
ambiente y relaja al fatigado visitante. Los extensos jardines que cierran el
conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar cordobés.

Caballerizas Reales
Construcción Civil del Siglo XVI
Época Moderna
Ubicación: Calle Caballerizas Reales 1
En 1570, Felipe II dio rienda suelta a su afición por los caballos y a su
proyecto de crear el pura raza español. Para ello mando construir las
Caballerizas Reales en una parte del solar del Alcázar. Comparte con la
fortaleza real el marcado carácter militar. En este atractivo edificio se crió
el caballo español, también llamado andaluz, de ascendencia árabe. La estancia
principal, cuya cubierta de bóveda de arista es soportada por columnas de piedra
arenisca, está dividida en pequeñas cuadras o boxes.
En la actualidad pertenece al Ayuntamiento y está en proceso de remodelación
para restablecer la cultura del caballo en la historia de las Caballerizas.

Medina Azahara
Construcción Palatina del Siglo X
Época Medieval (Califal)
Ubicación: Carretera de Palma del Río
Medinat al-Zahara, la fastuosa y misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó
construir a los pies de Sierra Morena, a ocho kilómetros de la capital,
encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición popular
afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho
años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita,
Azahara. Sin embargo, recientes estudios aportan fuertes evidencias de la causa
que impulsó al califa a fundar Medina Azahara. Una renovada imagen del recién
creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los
mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la
nueva Medina.
Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el
Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó
para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas
apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente
en su construcción. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el
efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles
violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal
de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizatinas, ayudaron al
encumbramiento del preciado proyecto.

Parte del alcázar tenía carácter público y era donde se sucedían
las visitas oficiales. En la parte más alta se sitúa el Salón Alto, dispuesto en
cinco naves con arcadas. Más abajo se encuentra el Salón Rico. La estancia se
divide en tres naves con arcos de mármol rojo y azulado, siendo las laterales
ciegas y abierta la central. La decoración de ataurique (motivos vegetales
labrados) y la riqueza e los materiales han configurado el nombre del engalanado
recinto, completado con baños y abierto al Jardín Alto, de gran hermosura. Se
desarrolla este jardín en cuatro zonas, quedando el punto de intersección
ocupado por un pabellón y cuatro albercas. Una de éstas, la enfrentada al Salón
Rico ha pasado a la leyenda por cobijar en su interior mercurio y bañar el
grandioso recinto con destellos de mil colores. Un complejo de calles en rampa
empinada nos conducen al gran pórtico oriental, por donde accedían las grandes
embajadas que recibía el califa. Delante del mismo se abría una gran plaza en la
que se concentraban las tropas y el personal de las ceremonias protocolarias. A
extramuros de la medina se emplazó la mezquita, levantada en poco más de un mes.
Este solemne recinto sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras
que asolaron al-Andalus a principios del siglo XI, transformando en ruinas
Madinat al-Zahra. El esfuerzo por crear una ciudad ideal tan sólo duró setenta
años, efímera vida para la que fuera "favorita" del primer califa.

Hospital del Cardenal Salazar
Construcción Civil del Siglo XVIII
Época Moderna
Ubicación: Plaza del Cardenal Salazar
Este señorial edificio ha desempeñado, desde su proyección, distintas funciones. Desde centro educativo para niños pobres, pasando por hospital de agudos, actualmente acoge la facultad de Filosofía y Letras de Córdoba. Fue proyectado en el siglo XVIII por Francisco Hurtado Izquierdo. La imponente fachada barroca da paso a las distintas estancias articuladas en torno a dos patios con arcos, el principal de ellos con una preciosa fuente de mármol. Desde la escalera principal se accede al segundo piso. Los largos corredores se abren con pequeñas ventanas en las que, aún hoy en día, pueden verse grabados los nombres y fechas de los internos del antiguo hospital. Integrada en el conjunto aparece la capilla de San Bartolomé, ejemplo de la arquitectura gótico mudéjar.

Mausoleos Romanos
Construcciones Funerarias del Siglo I d..C.
Época Clásica
Ubicación: Puerta Gallegos
Estos impresionantes monumentos datan del segundo cuarto del siglo I d.C. Reconstruido uno de ellos completamente y parte del segundo, son las construcciones funerarias romanas más importantes de la ciudad. Su estructura cilíndrica y sus grandes dimensiones, así como su disposición a la entrada de la ciudad junto a la principal vía Corduba-Híspalis, nos permite asegurar el carácter acomodado de las familias para las que se construyeron. Debido a lo inusual de su tipología en la península, pudo haber sido diseñado por un arquitecto itálico, tomando como referencia otros mausoleos de la capital imperial. Los mausoleos fueron descubiertos en 1993 durante la realización de unas catas arqueológicas. Hoy en día puede verse, concertando previamente una visita, su interior, donde se ha dispuesto el Centro de Interpretación del Mundo Funerario.

Puente Romano
Construcción Civil
Originario del Siglo I, intervenciones de los Siglos XIII AL XIX y reciente
restauración Siglo XXI
Época Clásica-Medieval-Contemporánea
Ubicación entre Bajada del Puente y Ronda de Isasa
El conjunto de la Mezquita-Catedral, el río, la Puerta del Puente y el mismo
Puente Romano, conforman una de las vistas más exquisitas de Córdoba, máxime
aún si se visita al atardecer, en esa hora incierta en la que los últimos rayos
de sol doran las superficies. El citado puente, levantado en el siglo I a. C.,
ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la Historia. La estructura
principal data del medievo, siendo la intervención más reciente de 1876. Consta
de dieciséis arcos, cuatro apuntados y el resto de medio punto. En el centro
del antepecho se erige una escultura de San Rafael, obra del siglo XVI,
realizada por Bernabé Gómez del Río.

Torre de la Calahorra
Construcción Civil del
Siglo XIII
Época Medieval
Ubicación: Bajada del Puente-Puente Romano
En el extremo sur del Puente Romano se levanta esta torre albarrana sobre una construcción islámica. Mandada edificar por Enrique II de Trastámara durante la contienda contra su hermano Pedro I el Cruel, su situación estratégica como punto de entrada a la ciudad le confirió una gran importancia en la historia militar. De planta poligonal y escasos vanos, las dos torres principales se unen en un arco que da paso al interior del recinto. A principios del siglo XX fue declarada monumento histórico artístico. Hoy en día, tras diversos usos, como cárcel y escuela, acoge el museo Roger Garaudy sobre la convivencia entre las culturas judía, cristiana y musulmana.
Templo Romano

Construcción Religiosa del último tercio del Siglo I
Época Clásica
Ubicación: Calle Claudio Marcelo
Junto al Ayuntamiento de Córdoba se encuentra situado el único templo romano del que nos ha llegado evidencia arqueológica. Dedicado al culto imperial, asombra por sus grandes dimensiones. Formó parte del Foro Provincial junto con un circo. Originariamente estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio en su entrada. Frente a ésta se levantaba el ara o altar. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández, ha portado a Córdoba una muestra más de la grandiosidad de esta urbe en época romana. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en inusuales y bellos rincones de la ciudad, como la columna estriada de la plaza de la Doblas.

Torre de la Malmuerta
Construcción Civil del Siglo XV
Época Medieval
Ubicación: Plaza de Colón-Avda. Ollerías
Cerca de la Plaza de Colón, la torre albarrana de la Malmuerta, se envuelve en
la leyenda. La tradición popular asegura que el nombre de la torre se debe a la
muerte de una noble dama cordobesa a manos de su marido celoso.
Al margen del mito, esta torre, que fue edificada sobre una construcción
islámica anterior, se levanta en el siglo XV. Se halla unida a la muralla a
través de un arco de medio punto, bajo el que puede apreciarse una leyenda
inscrita con datos alusivos a su construcción. En el interior, diversas
escaleras conducen al adarve y, más arriba, a la única sala del edificio, con
bóveda y abierta al exterior mediante saeteras.

Alminar de San Juan
Construcción Religiosa Musulmana del Siglo X.
Época Medieval (Califal)
Ubicación: Plaza de San Juan
Llama la atención este alminar por conservarse casi íntegra su fisonomía árabe del siglo X a pesar de haber sido cedido tras la reconquista, junto con la mezquita que lo albergaba, para la construcción de una iglesia de la Orden de San Juan. De planta cuadrada y sillares, lo más llamativo son los arcos gemelos de herradura con columnas de mármol que decoran la torre. Actualmente el templo acoge la orden de las Esclavas de Jesús.

Monasterio San Jerónimo de Valparaíso
Construcción Religiosa
Intervenciones del Siglo XV al XVIII
Época Medieval-Moderna
Ubicación: Carretera del Palma del Río
Frente a la impresionante Medina Azahara, también cobijado por la serranía
cordobesa, y rodeado de la vegetación autóctona, se encuentra este imponente
monasterio del siglo XV. Su origen gótico se ha ido enriqueciendo gracias a las
sucesivas intervenciones renacentistas y barrocas. Actualmente sus propietarios,
los marqueses del Mérito, han hecho una estupenda labor de restauración, llevada
a cabo durante varias generaciones.
Residencia de importantes personajes, alberga una colección de arte de gran
calidad. Las visitas, aunque limitadas a zonas concretas debido a su carácter
privado, permiten disfrutar del silencioso y agradable retiro en el que se
instalaron en su día los monjes jerónimos.

Molino de Albolafia
Cerca del puente Romano, aguas abajo, están las antiguas aceñas o molinos
harineros. Los más interesantes son los llamados de Enmedio y de Kulaib, más
conocido, este último, por La Albolafia. El de Kulaib o Albolafia tiene en la
actualidad una naura o noria, y que muchos cordobeses hemos visto funcionando
simbólicamente. La original se desmontó por orden de Isabel la Católica, que
viviendo en el próximo alcázar no podía soportar el ruido que producía el
artilugio y ordenó desmontarla. Aquella siqalla o rueda hidráulica la mandó
construir Abd al Rahmán II en el molino de Kulaib, para elevar el agua del río
y conducirla por un ingenioso acueducto hasta el asr al-Umara (Palacio de los
Emires, en la actualidad Palacio Episcopal).

Los Sotos de la Albolafia
Así se denomina al tramo del río Guadalquivir que, a su paso por la ciudad de Córdoba, queda delimitado por el Puente Romano y el de
San Rafael.
Tal vez pudiera pensarse que, por su emplazamiento urbano, es un paraje degradado, antropizado, casi sin interés como para ser destacado.
Pero una corta visita a los Sotos de la Albolafia -que toman su nombre de la vieja noria árabe existente en el paraje-, unos prismáticos y, si es
posible, un telescopio terrestre, alejarán cualquier tipo de duda.
Lo primero que atraerá la atención del observador será, probablemente, la gran cantidad de pájaros blancos, no todos iguales como parece a simple vista: garcillas, garcetas y gaviotas contribuyen a esa llamativa trama de puntos blancos. Una vegetación muy variada, formada por tarajes, álamos, fresnos, eucaliptos, incluso alisos, entre los que crecen adelfas y zarzas. En las orillas y, sobre todo, en las islas dominan especies más típicamente acuáticas, tales como eneas, esparganios y lirios de agua, formando un denso manto vegetal que, en ocasiones, impide ver tierra firme. En la época de floración el paisaje adquiere tintes de espectacularidad; una gran variedad de tonos verdes se conjugan con los rosas de las adelfas y los amarillos de los lirios. El entorno monumental completa el paisaje natural: la gran Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la Calahorra, el viejo Puente Romano, siempre bajo la atenta mirada de San Rafael, y los antiguos molinos harineros árabes.
Pero si algo ha hecho que este espacio, mitad natural, mitad urbano, sea digno de protección, es, sin duda, el interés de la comunidad ornítica:

120 especies de aves han sido detectadas, hecho sorprendente si se tiene en cuenta su pequeña extensión, poco más de dos hectáreas; proporcionalmente, tan importante como cualquier reserva natural andaluza. La ley protege a la mayoría de ellas, entre las que existen verdaderas joyas de la fauna ibérica. Por citar algunas, el morito, una especie de ibis muy raro en nuestro país; la garcilla cangrejera, ardeido catalogado en peligro de extinción; y el águila pescadora, una de las rapaces más amenazadas de la Península.
A lo largo del año las aves se van reemplazando unas por otras, según la fonología. Así, las hay invernantes - por ejemplo, cormorán, garza real, gaviota reidora y sombría -, estivales -avetorillo, martinete, cernícalo primilla, carricero-, de paso -milano negro, avefría, avoceta, cigüeñuela- y sedentarias -polla de agua, ánade real, calamón y cigüeña blanca-.
Las especies más simbólicas, por raras o curiosas, quizás sean el calamón, hace algunos años relegado a las marismas del Guadalquivir; el cormorán grande, que, procedente de Centroeuropa, retorna todos los años tras recorrer miles de kilómetros; el martinete, garza nocturna poco frecuente en España; y el fumarel común, habitante de medios costeros que a menudo se hace pequeñas incursiones río arriba.
Otra de las peculiaridades de este trozo de naturaleza es la existencia de una colonia de garzas, toda una pajarera, como la llaman en Doñana. En unos cuantos árboles crían garcillas bueyeras, sobre las que se estiman 350 parejas; martinetes, en torno a las 60 -la tercera colonia en importancia de Andalucía-; garcetas comunes, con 5, a las que en algunos años se han sumado la garza imperial y la garcilla cangrejera; y bajo los elementos arbóreos, los avetorillos, pequeñas garzas mucho más retraídas y esquivas, tratan de sacar a su prole entre las eneas.
Y lo más curioso es que todo esto acontece en medio de una ciudad de más de 300.000 habitantes.
Antonio Leiva Blanco (Biólogo)
Puerta del Puente

Puerta del Puente, diseñada por el arquitecto Juan Herrera. Esta puerta, que es la más airosa de la ciudad, fue construida en el año 1571, con sillares almohadillados; sus columnas exentas, que imitan el orden dórico, sustentan una cornisa y un ático rematado por un frontón semicircular, en el cual se observa un relieve con el escudo de Castilla sostenido por dos guerreros de la época. En la parte superior del intercolumnio, hay dos relieves de Torrigiano y una cartela que recuerda su inauguración por el monarca Felipe II. Hoy no conserva toda su esbeltez, pues el basamento está hundido bajo el nivel de la calzada que lo circunda. Debido a la reforma que se realizó a principios del siglo XX, cambió su aspecto de puerta por el de un arco de triunfo. Actualmente está siendo objeto de una remodelación para resaltar de nuevo toda su esbeltez, rebajando el firme para unirlo con el Puente Romano.
Triunfo de San Rafael

A la izquierda de la Puerta del Puente se encuentra el triunfo de San
Rafael, el más notable de la ciudad. Al transitar por la ciudad podemos
observar diferentes triunfos, en el puente romano, en el puente de San
Rafael, en la antigua estación de ferrocarril, en Puerta Nueva, en la plaza
del Potro. En dichos lugares y en otras plazas cordobesas, figura la estatua
de San Rafael encaramado sobre el capitel de una columna votiva. Estas
variadas y originales representaciones, que son conocidas con el nombre de
triunfos, son conmemorativas de la promesa de salvaguardia ciudadana que los
cordobeses, haciéndose eco de una piadosa tradición, atribuyen al benéfico
arcángel.
De todos los triunfos existentes, éste que se contempla, situado junto a la
puerta del Puente, en el interior de un recinto con verja que también es
atalaya sobre el río, resulta el más fastuoso y monumental. Se comenzaron
las obras en abril del año 1765, sobre un diseño de los presbíteros Esgrois
y Martínez, con posterioridad reformado por el arquitecto francés Michel de
Verdiguier, el mismo que realizó los dos púlpitos del crucero de la
Mezquita-Catedral. En el pedestal hay un grupesco de palmeras y figuras
alegóricas no muy conseguidas. La obra fue concluída en diciembre de 1871 y
fue costeada por el cabildo catedralicio.
Murallas de la ciudad

Córdoba fue en la antigüedad una ciudad totalmente amurallada, y aunque las
modernas construcciones han desbordado con creces lo que fuera su recinto
medieval, aún se conservan grandes lienzos de murallas que atestiguan su
vieja estructura.
El recinto de Córdoba estaba dividido en dos amplias partes: la Almedina y
la Ajerquía, ambas encerradas en fortificaciones independientes y separadas
por un muro divisorio, del que aún puede admirarse recia muestra a lo largo
de la calle de la Feria o de San Fernando. Una y otra parte se comunicaban
por angostos accesos. En la mencionada calle podremos pasar a través de una
de ellas, que tiene de nombre El Portillo.
Son muy interesantes las murallas de Córdoba que se encuentran al sur,
reflejando la serena belleza de sus piedras en las aguas del Guadalquivir,
que discurre ante ellas. Desde sus torres, de fácil acceso, el visitante
puede contemplar la secular estampa del famoso puente romano, que en su
tiempo formó parte de la gran vía Augusta, y los viejos molinos del río,
entre los que destaca el denominado de la Albolafia, situado junto al
murallón ribereño como macizo soporte de la formidable noria que recogía el
agua para el riego de los jardines del Alcázar.
Las murallas desaparecen entre las construcciones del barrio del Alcázar
Viejo; pero vuelven a salir a la luz, en el arranque del Campo Santo de los
Mártires, para ofrecernos una atrayente contemplación de piedra, vegetación
y agua en increíble armonización arquitectónica, en el lugar llamado Calle
de la Muralla.
La mayor parte de las puertas de las murallas fueron destruídas con el paso
de los siglos y de ellas sólo quedan los nombres; pero todavía podemos
admirar la denominada Puerta de Sevilla, con dos arcos iguales, cuya
primitiva construcción se remonta al siglo X; la de Almodóvar, adintelada
con arco de herradura, enmarcada entre dos soberbios torreones, y la Puerta
del Puente, realizada por Hernán Ruiz en 1571, pleidnte renacentista,
mostrando sus estríadas columnas dóricas y construída sobre el emplazamiento
que antes tuvo una antigua puerta romana, a la que los árabes llamaron
Puerta de la Figura, por la que tenía tallada sobre su arco.
Yacimiento Arqueológico de Cercadilla
EL PALACIO BAJO-IMPERIAL DE MAXIMIANO HERCÚLEO.
Dirección: Avda. Vía Augusta s/n. 14011 CÓRDOBA.
A 50 m. al Oeste de las Estaciones de Autobuses y Ferrocarril de la ciudad.
Autobuses urbanos: 3, 5, 10, 11 y 13.
Para visitas concertadas (mínimo grupo 10 personas): Teléfono 957-47-90-91.
Horarios: Miércoles a Domingo de 10 a 14 horas
Lunes y Martes cerrado
Visita gratuita
Visitas escolares a través de los Gabinetes Pedagógicos de la Delegación de
Cultura de la Junta de Cultura. Tlf.: 957-01-53-12. Existe material
didáctico a disposición de los grupos de ESO y Bachillerato.

En los terrenos del yacimiento de Cercadilla se localiza un fastuoso palacio
construido en los últimos años del siglo III y los primeros años del siglo
IV (293-305 d.C.), atribuido al emperador Maximiano.
El complejo palatino alcanza más de 400 m. de longitud por 200 m. de anchura
y se articula a través de un gran criptopórtico semicircular -1- (pórtico
semicircular) de 108 m. de diámetro y más de 150 m. de recorrido. Este
criptopórtico, posee una altura de 4 m y una anchura de 4,5 m. y gracias a
su erección fue posible crear una gran terraza artificial en torno a la cual
se disponen los edificios que forman este gran complejo palatino.
El palatium estaba presidido por una gran aula basilical (2), sala de
representación imperial, en donde se llevaban a cabo las audiencias.
Inmediatamente al Norte de la misma, un pequeño conjunto termal (3), de
carácter eminentemente restringido, permitía al emperador y a sus
acompañantes, cuidadosamente elegidos, retirarse a disfrutar de momentos de
intimidad.

A ambos lados de la gran aula de representación imperial dos salas de
banquetes (4) –triclinia-, con plantas arquitectónicas completamente
distintas, permitían la celebración de este tipo de acontecimientos. Otras
dos aulas basilicales (5), de menores dimensiones que la central, servían
como salas de audiencia para importantes cargos de la corte imperial o para
funcionarios relacionados con la administración en Hispania. Las salas
poliabsidadas (6 y 7) situadas en los extremos del pórtico semicircular,
cerraban el trazado del mismo y servían, al igual que las aulas basilicales
menores, de acogida para los funcionarios de la corte.

Al Oeste del aula poliabsidada Norte, se levantó un edificio de doble
cabecera absidada, probablemente un ninfeo (8). Los apartamentos imperiales
(9) son los edificios que cierran todo el conjunto. Están situados en la
zona más alejada de las salas públicas y se organizan en estancias de
pequeñas dimensiones destinadas a la residencia y descanso del propietario
de esta magna obra.
INTERPRETACIÓN HISTÓRICA DEL PALACIO Y DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA.
El palacio, levantado sobre una villa suburbana preexistente, constituye un
unicum. Es decir, no contamos con otro edificio de las mismas
características en todo el territorio ocupado por el Imperio Romano.
Constituyó el palacio y sede del emperador Maximiano durante su estancia en
Hispania (296-297 d.C.). Durante este período el imperio romano
experimentará una importante transformación política: la Tetraquía,
protagonizada por Diocleciano y los emperadores correinantes. Una de las
primeras actuaciones de los tetrarcas será la de descentralizar las sedes
imperiales desde Roma a zonas periféricas. El palacio cordobés constituye,
por tanto, el palacio de Maximiano en el extremo occidental de sus dominios
y, con él, se materializa en un edificio emblemático, su control efectivo
sobre el Occidente romano.
Desde el siglo VI una parte del antiguo palacio será reutilizado como centro
de culto cristiano y a su alrededor se concentrará una gran necrópolis
cristiana, que seguirá en uso durante la dominación islámica de la ciudad y
en la que se enterraron, entre otros, dos obispos, Lampadio y Samsón, de los
que hasta el inicio de las excavaciones en Cercadilla no se tenía noticia
alguna.
A medida que Qurtuba fue creciendo, la antigua Medina se fue quedando
pequeña, por lo que la población, durante el siglo X, se vio obligada a
agruparse en barrios a extramuros. Uno de estos barrios se asentó sobre los
restos del antiguo palacio romano, del centro de culto cristiano y de la
necrópolis. El arrabal se organizó a partir de un urbanismo ortogonal, con
calles perpendiculares, plazas y adarves. Hacia estos espacios públicos se
abrían las viviendas (11) y los edificios públicos, de los que hasta el
momento se conocen una mezquita (10) y un zoco.
Todas las casas, desde las más humildes hasta las más importantes, se
articulaban a partir de un patio, generalmente centrado, al que se abrían
distintas estancias, como salones, alcobas, letrinas, almacenes, despensas,
etc. El barrio será abandonado durante el siglo XI, con motivo de la guerra
civil cordobesa.
Ya en el siglo XII se construirá una alquería, vinculada a la producción de
aceite y con un horno que, posiblemente, estuvo destinado a la fabricación
cerámica. A partir de este momento no se vuelve a tener constancia de
ocupación de esta zona que pasará a ser utilizada como huerta.
Museos de Córdoba
-
Jardín Botánico
- Museo de Etnobotánica
- Museo de Paleobotánica
- Museo Hidráulico en el Molino de Martos
Museo Arqueológico
Construcción Civil del Siglo XVI
Época Moderna
Ubicación: Plaza de Jerónimo Páez

En la Plaza de Jerónimo Páez se encuentra el Museo Arqueológico Provincial de
Córdoba, centro cultural de singularísima magnitud considerado como uno de los
mejores de España. La acertada y bellísima colocación de sus extraordinarias
colecciones suspenden el ánimo del visitante, pues difícilmente es posible
presentar con más atractivo tan valiosas piezas arqueológicas, que en los
antiguos patios, jardines, sala y galerías de este formidable edificio de estilo
renacentista; pero cuyas primeras estructuras se remontan a la Baja Edad Media.
El Museo fue instalado en este edificio a partir de 1960 y se inauguró en 1965.
La primera planta la ocupan las dependencias destinadas a colecciones
prehistóricas, romanas y visigodas; la planta segunda nos ofrece las más
interesantes y variadas muestras musulmanas y mudéjares.
No cabría ni en abundantes páginas la detallada enumeración de las colecciones
del Museo Arqueológico de Córdoba, por lo que renunciando a la mención de la
totalidad de sus piezas, relacionaremos algunas, como breve idea indicativa para
el visitante. Así, destacaremos un vaso del Neolítico, procedente de la cueva de
los Murciélagos de Zuheros; las fíbulas de plata del tesoro de Pozoblanco; el
león ibérico de piedra caliza procedente de Nueva Carteya; el bajorrelieve
ibérico de piedra de Almodóvar del Río; el fragmento de la tapa de un sarcófago
romano con escenas de la recolección de la aceituna; las efigies de diversos
personajes mitológicos, tales como Attis, Baco, Diana, Minerva, Sileno y Venus;
las estatuas de emperadores y de sus familiares: Agripina, Cómodo, Druso el
Joven, Faustina, Livia, Tiberio, etc...; los mosaicos romanos de excepcional
factura: el del carro de Baco en el centro; el de la escena de Ariadna y
Dionisio; el de los niños Rómulo y Remo mamando de la loba romana.
También es digno de mención un sarcófago paleocristiano, fechado entre 330-340 y
encontrado en Córdoba; la patera de barro rojo con cruz latina en el fondo
procedente de la basílica visigoda de El Germo; la campana mozárabe de bronce
con inscripción dedicatoria del Abad Sansón, del siglo IX, procedente de Espiel....
Finalizaremos esta descripción haciendo mención de las magníficas piezas árabes:
capiteles, fuentes, tableros y atauriques de Medina Azara objetos de bronce
recipientes de plata, vidrios, candiles etc.; una pila califal para fuente de
mármol blanco, con decoración de hojas de acantos y cabezas de leones y de
cabras y, por último, la soberbia pieza que constituye el cervatillo de bronce
con decoración damasquinada, del siglo X, procedente de Medina Azahara.
Museo Julio Romero de Torres
Construcción Civil del siglo XV-XVI
Época Medieval-Moderna
Ubicación: Plaza del Potro

El edificio que alberga el Museo de Julio Romero de Torres forma parte del
que fue el antiguo Hospital de la Caridad patrocinado por los Reyes Católicos a
finales del siglo XV y atendido por la orden franciscana.
A partir de 1837, pasó a pertenecer a la Diputación Provincial y diversas
instituciones culturales ocuparon su espacio; sede de la Real Academia, Comisión
de Monumentos, Biblioteca y dependencias del Museo y Escuela Provincial de
Bellas Artes.
A la muerte de Julio Romero de Torres, el 10 de mayo de 1930, su viuda e hijos
donaron al pueblo de Córdoba, depositario su Ayuntamiento, los lienzos del
artista que habían participado en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de
1929, para crear un Museo en su memoria. Sus fondos se nutrieron con donaciones
y depósitos de particulares y con las obras y mobiliario del estudio del pintor
en Madrid.
Tras una importante reforma de adaptación del edificio, realizada por el
arquitecto Javier de Luque, el Museo Julio Romero de Torres se inauguró el 23 de
noviembre de 1931 por el que fuera presidente de la II República española,
Niceto Alcalá-Zamora.
En 1936 se ampliaron sus salas con la incorporación del piso superior y escalera
de mármoles, obras financiadas por la Diputación, abriéndose al público el 24 de
mayo.
En 1992 se actualizó el Museo con la renovación de sus estructuras, sistemas de
iluminación y seguridad.

SALA I .- Julio Romero de Torres participó de la
corriente francesa del cartel como medio de comunicación publicitaria y realiza
una serie de obras en las que se integra en la nueva tendencia.
En Córdoba pinta el de la Feria del ganado de 1897 y Ferias y Fiestas de 1902 y
los de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de los años de 1905, 1912, 1913 y
1916. Las bodegas de Cruz-Conde le encargaron el anuncio de sus vinos y las
populares etiquetas de Anís 'La Cordobesa'.
En Madrid, el de la corrida patriótica de 1921 en beneficio de las víctimas del
desastre de Annual y para la Unión Española de Explosivos de Riotinto, cuatro
carteles calendarios de los años 1924, 1925, 1929 y el publicado en 1931.
El museo conserva originales en lienzo en los que el artista ha sabido conjugar
las influencias modernistas con los aires de su tierra, vitrinas conteniendo
publicaciones, manuscritos y billetes dedicados al pintor, completan esta sala
vestíbulo del Museo.

SALA II.- El escenario vital que rodeó al pintor
está presente en esta sala dedicada a su recuerdo. Reproducciones fotográficas
de sus padres y hermanos, de la casa familiar de Córdoba, del estudio del pintor
en Madrid y de los éxitos obtenidos en 1922 en Argentina en la Galería Witcomb
de Buenos Aires.
Mobiliario que le acompañó toda su vida; bargueños, cerámica, utensilios de
cobre que fueron motivos frecuentes en sus lienzos.Su guitarra, capa y sombrero
se pueden admirar en vitrinas, la reproducción de su mano, paleta y pinceles y
la emisión de sellos en homenaje a su figura, nos introducen en el mundo de este
creador.
Obras de sus comienzos representativas de los contenidos sociales que marcaron
sus primeros pasos en la pintura; ¡Mira qué bonita era!, premiada con la Mención
Honorífica en la Exposición Nacional de 1895 y Horas de Angustia, un dibujo de
grandes dimensiones y la última obra inacabada que dejó el artista en el
caballete, un retrato de María Teresa López con hábito de monja, nos ambientan
en su escenario vivencial.

SALA III .- Esta Sala está dedicada a la mujer, reúne gran parte de los lienzos
más emblemáticos de su trayectoria realizados en los últimos años de su vida; La
Chiquita Piconera, testamento pictórico del pintor, Viva el pelo, La Copla.
En el conjunto predomina el desnudo femenino, protagonista de una serie de obras
en las que el pintor despliega su imaginación para desarrollar argumentos
basados en el principal soporte escénico de su producción: La mujer. En la
Ribera, La nieta de la Trini, Ofrenda al arte torero, Naranjas y Limones y
Contrariedad.
Los retratos de la actriz Marichu Begoña, representada como Diana cazadora con
el galgo Pacheco, inseparable del pintor, y de la artista sevillana Conchita
Triana; los estudios de expresión que le hizo a su última modelo en Córdoba,
María Teresa López, en Bendición, La niña de la Jarra, Carmen, Ángeles y Mujer
de Córdoba, unido al busto en bronce sobre Julio Romero realizado por Mariano
Benlliure en 1931 completan la sala.

SALA IV .- Romero de Torres fue esencialmente retratista; llevó a sus lienzos a
personajes del mundo de la política, de la literatura, de la sociedad,
realizando más de quinientas representaciones. Los ministros cordobeses, de
Justicia y de la Guerra, Antonio Barroso y Castillo y Diego Muñoz-Cobos y
Serrano, la diputada socialista Margarita Nelken, el escritor de Iznájar
Cristóbal de Castro y el poeta sevillano Joaquín Alcaide Zafra están presentes
en el museo.
Innumerables fueron los encargos que recibió de damas de la alta sociedad;
Concepción Ruíz Frías, esposa del ministro Natalio Rivas Santiago, María Aguilar
o la condesa de Colomera, vestida de reina de los Juegos Florales de 1930,
retrato inacabado de Magdalena Muñoz-Cobos.
Elena Pardo, una de las modelos preferidas, es protagonista de dos estudios,
Mary Luz y Marta, que forman parte del grupo que el pintor denominó Chiquitas
buenas.

SALA V .- La obra mística de Julio Romero, simbiosis de religiosidad y
paganismo, está reunida en esta sala en una serie de lienzos influidos por los
pintores barrocos del siglo XVII, Antonio del Castillo y Valdés Leal.
Su particular interpretación de los pasajes evangélicos y bíblicos adquiere una
profana sensualidad que da origen a sus personales interpretaciones de la
Magdalena, Salomé o El Arcángel San Rafael.
La Virgen de los Faroles fue encargo del Ayuntamiento; durante años estuvo
situada en un altar en el muro norte de la Mezquita Catedral hasta que se
trasladó al Museo por seguridad. Muerte de Santa Inés, lienzo adaptado a un
frontal del altar con escenas en miniatura sobre la vida y el martirio de la
santa, de la que nunca quiso desprenderse al ser el cuadro predilecto de su
madre.
Cabeza de Santa, Samaritana y Amor místico son exponentes de esta temática tan
ajena a la producción del pintor.
La Sala acoge una de las obras cumbres, El poema de Córdoba, políptico formado
por siete lienzos en los que rinde homenaje a las sucesivas culturas de nuestra
ciudad y que centra San Rafael. significando así su admiración por el custodio
de Córdoba.

SALA VI .- Contiene las grandes composiciones; Nuestra señora de Andalucía;
personificación del baile, del cante y el flamenco divinizados en la mujer
andaluza. El Pecado, considerado como uno de los mejores desnudos de la pintura
del siglo XX.
La gran afición que tenía el pintor por el flamenco lo impulsa a llevar a sus
cuadros temas de este género; Alegrías, escena alegórica del baile captada de
forma majestuosa y Cante Hondo, representación del cúmulo de símbolos que
encierra, donde el amor, la pasión y la muerte se hacen realidad plástica.
En Nocturno refleja con maestría la cruda realidad de la marginalidad. Los
sublimes retrato de Ysolina Gallego, mujer del pintor vasco Zubiaurre y de
Socorro Miranda como Flor de Santidad. El enigma que encierra Ángeles y
Fuensanta y la Sibila de la Alpujarra es parte de las múltiples temáticas que
ofrece la pintura de Romero de Torres.
http://museojulioromero.cordoba.es/

Museo de Bellas Artes
Construcción Civil de los Siglos XV-XVI
Época Medieval-Moderna
Ubicación: Plaza del Potro
Fundado en 1844, desde 1862 ocupa distintas dependencias de lo que fue el antiguo Hospital de la Caridad, institución patrocinada por los Reyes Católicos a fines del siglo XV. Sus fondos están constituidos fundamentalmente por obras procedentes de los conventos cordobeses desamortizados en 1835 más los incrementos de las desamortizaciones de 1868 y las posteriores compras, depósitos y donaciones. Su discurso museológico se orienta básicamente a presentar el arte cordobés de los siglos XIV al XX, contando también con una sala dedicada a la exhibición de obras sobre papel. Este Museo guarda un importante repertorio de obras de los siglos XIV al XVI de artistas como Alonso Martínez y Pablo de Céspedes. Del barroco cordobés, destaca el conjunto debido a Antonio del Castillo Saavedra, obras de Juan de Valdés Leal y una escultura de Juan de Mesa. Un capítulo muy significativo del arte local es el desarrollado entre la primera desamortización y la Guerra Civil. Está aquí, entre otros, el grueso de la obra de Rafael Romero Barros y sus discípulos: sus hijos Rafael, Enrique y Julio Romero de Torres. El fondo de pinturas, esculturas, grabados y fotografías del siglo XX está formado por trabajos de autores como Ginés Liébana, Equipo 57, José Mª Báez,, Jacinto Lara y Pedro Bueno. El Museo también dispone de una colección de arte moderno español y de dibujos y estampas. Del primer apartado existe obra de Fortuny, Rusiñol, Ramón Casas, Zuloaga y Gonzalo Bilbao. Por otra parte, la colección de dibujos y estampas es una de las secciones más características. Cuenta con obras de Joaquín Sorolla, José de Ribera y Vicente López, entre otros, mientras que la compuesta por estampas está formada por trabajos de autores como Goya o Baroja.

Museo Taurino
Construcción Civil del Siglo XVI
Época Moderna
Ubicación: Plaza de Maimónides
El Museo Taurino, sin duda uno de los museos más singulares de
nuestra geografía, está ubicado en la plaza de Maimónides, en la
antigua casa de Las Bulas, construida en el siglo XVI. Fue
adquirida por el Ayuntamiento en 1954 para albergar en su interior
el museo de Artes Populares.
Actualmente se centra exclusivamente en temas del mundo taurino y
especialmente en las figuras del toreo de Córdoba.
Consta de dos plantas; en la planta baja, en torno a un típico
patio cordobés, se encuentra la biblioteca que contiene una
colección de documentos antiguos relacionados con los toros,
revistas de tauromaquia, barajas, etc. así como una espléndida
colección de grabados en la que se pueden contemplar muchas de las
antiguas suertes de la lidia que hoy ya no se practican.

En la planta alta se encuentran por los pasillos una colección de
carteles antiguos, firmados por Romero de Torres y otros con
acotaciones curiosas como el de 1899 que anuncia, además de las
corridas, proyecciones, bailes..
El resto de las salas de esta planta alta están dedicadas
fundamentalmente a grandes toreros, destacando la sala de Rafael
Molina 'Lagartijo'; Rafael Guerra 'Guerrita'; Rafael González
Madrid 'Machaquito'; Manuel Rodríguez Sánchez 'Manolete' y Manuel
Benítez 'El Cordobés'.
Todas estas salas y sus dependencias poseen cabezas de toros
disecadas, históricos trajes de torear, cuadros, fotografías,
objetos o trofeos y elementos de las diversas suertes taurinas, que
pertenecieron a los citados matadores

Museo Diocesano (Palacio Episcopal)
Construcción Civil de los Siglos XV-XIX
Época Medieval-Contemporánea
Ubicación: Calle Torrijos
En la segunda planta del histórico Palacio Episcopal, en la calle Torrijos, se
ubica el museo Diocesano, custodio una gran colección de piezas artísticas
traídas de iglesias de toda la Diócesis, así como de la Catedral y del Palacio
Episcopal. Junto con esculturas y pinturas pueden contemplarse distintos tipos
de muebles, piezas todas que abarcan desde el siglo XIII al XVIII. Emplazado
sobre el antiguo Alcázar califal, la ordenación de este magnífico edificio se
articula en torno a un patio del que parte una exquisita escalera barroca con
bóveda de yesería policromada.
Este museo está cerrado temporalmente por obras de restauración.

Casa de Sefarad
La Casa de Sefarad - Casa de la Memoria, es un centro cultural
ubicado en el corazón de la judería de Córdoba.
Su exposición permanente y sus actividades culturales pretenden
despertar el interés por un legado oculto y recuperar la memoria de
una tradición que forma parte de nuestra identidad: La tradición
sefardí/judeoespañola.
La exposición permanente, Memorias del Sefarad, se reparte en cinco
salas temáticas: Sala de la vida doméstica, Sala de las mujeres de
Al-Andalus, Sala de la Judería de Córdoba, Sala de los ciclos
festivos y Sala de la música sefardí.
Más información en http://www.casadesefarad.es/
Teléfono: +34 957 421 404

Museo Vivo de Al-Andalus (Torre de la Calahorra)
Museo Roger Garaudy
Construcción Civil del
Siglo XIII
Época Medieval
Ubicación: Puente Romano s/n
Esta torre defensiva fue mandada construir por Enrique II de
Trastárama para defenderse de los ataques de su hermano Pedro I
El Cruel. Tras ser utilizada como cárcel en el siglo XVIII y
como escuela femenina en el XIX, hoy acoge el museo Roger
Garaudy de las Tres Culturas. El paseo interactivo ofrece
distintas muestras de la convivencia de las culturas judía,
cristiana y musulmana en la Córdoba medieval. Las maquetas de la
Mezquita cordobesa y otros edificios andaluces son algunas de
las más visitadas. Al final del recorrido podemos disfrutar de
una magnífica panorámica desde las almenas de esta torre.
Palacio de Viana
Construcción Civil del Siglo XIV
Época Medieval
Ubicación: Plaza de Don Gome
En la plaza de Don Gome se levanta este majestuoso palacio, cuyas dependencias se desarrollan en torno a doce magníficos patios y un fantástico jardín . Las distintas especies florales decoran y perfuman cada rincón del ampuloso museo. La última marquesa de Viana, Sofía de Lancaster, supo mantener el exquisito origen de este palacio del siglo XIV. Las múltiples dependencias acogen numerosas colecciones de todo tipo (pinturas, vajillas, mosaicos, tapices, azulejos, armas de fuego). Las fabulosas obras de arte que se exhiben en este recinto hacen de esta visita una de las más constructivas de Córdoba. Destacan la colección de guadamecíes y la gran biblioteca de los siglos XVI al XVIII.

Casa Andalusí
Construcción Civil del Siglo XII
Época Medieval
Ubicación: Calle Judíos
Junto a la Sinagoga, en el centro de la Judería, encontramos una
pequeña joya prendida en el tiempo, la Casa Andalusí. Aneja al
adarve de la antigua muralla, al traspasar la puerta de entrada
nos sumergimos en un ambiente típicamente morisco. En sus
distintas estancias y patios apreciaremos colecciones de monedas
antiguas y una maqueta de las primeras máquinas de fabricar papel
llegadas a occidente.

Jardín Botánico
Construcción Civil del Siglo XX
Época Contemporánea
Ubicación: Avda. de Linneo
En 1987 se inaugura este museo, centro de la cultura vegetal.
El Jardín Botánico ofrece unos elementos únicos, singulares en
el ámbito del patrimonio y la cultura, como son el Museo de
Etnobotánica, donde se muestran los usos tradicionales de la
plantas y su utilidad para la humanidad, el Museo de
Paleobotánica, único en Europa, presenta una importante
exposición de flora fósil representativa de todas las edades
geológicas. Se constituye así un entorno en el que tienen
cabida arte y naturaleza, patrimonio y cultura, ciencia y
divulgación.
En su visita podemos disfrutar de sus diferentes zonas:
* Rosaleda. Formada por algunas de las variedades clásicas del
género Rosa
* Escuela Agrícola. Colección de plantas de interés económico.
* Invernaderos Centrales de Exhibición. Situados en la Plaza
Central del Jardín, están divididos en tres módulos, dos de
ellos dedicados a la flora canaria.
* Conservatorio. Especies silvestres andaluzas en peligro de
extinción.
* Herbario. 80.000 pliegos de plantas prensadas y desecadas.
* Museo de Paleobotánica y Colección de Fósiles. La evolución
de las diferentes floras que han existido a lo largo de la
historia.
* Arboretum. Colección de árboles y arbustos de todo el mundo.
* Jardín Tacto-Olfativo. Experimenta cómo unas plantas se
pueden identificar por el tacto o el olfato.
* Invernaderos de flora americana. Colección de especies de
ambiente templado-húmedo, calido y xerifitico
* Escuela Botánica - Colección Sistemática. Exclusivamente
especies autóctonas españolas.
* Museo de Etnobotánica. Homenaje a las culturas tradicionales
relacionadas con el manejo del mundo vegetal.
* Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz. Conservación de la
flora y de los recursos fitogenéticos silvestres de Andalucía.

El Museo de Etnobotánica cuenta con una exposición permanente en la que se
estudia la relación sociedad/planta mediante diferentes módulos
e instrumentos.
Uno de los principales compromisos del Museo de Etnobotánica es
la conservación de los conocimientos tradicionales que poseen
las diferentes culturas sobre el mundo vegetal como resultado
de la transmisión generacional, que en la actualidad corre el
riesgo de desaparecer. En unas sociedades cada vez más
industrializadas, las aportaciones de los conocimientos
tradicionales sobre las plantas pueden ser fundamentales no
sólo para favorecer la conservación de la biodiversidad en sí
misma, sino también como potencialmente valiosos a la hora de
dar soluciones a problemas importantes del mundo actual,
especialmente en los aspectos más básicos como la salud o la
alimentación. Es por ello que las líneas de investigación del
Museo de Etnobotánica se centran precisamente en la
recopilación de conocimientos tradicionales.

El Museo de Paleobotánica se encuentra en el
molino de agua llamado Molino de la Alegría; un edificio que
conserva elementos medievales y renacentistas.
La exposición presenta la evolución de las diferentes floras
que han existido a lo largo de la historia de la Tierra, desde
el Devónico hasta el Cuaternario.
La colección científica está formada por 150.000 piezas, la
mayor parte de ellas recolectadas en la Península Ibérica, en
las cuencas carbonífera de la Cordillera Cantábrica y en las de
Andalucía. También se incluyen piezas de otras zonas del mundo:
Estados Unidos, antigua Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia,
Asia Central y Argentina. Las piezas son impresiones de
helechos, pteridospermas, licófitas, cordaitales y coniferales.

Por último, el Museo Hidráulico, integra en el
Molino de Martos la interpretación de la historia a través de
la cultura, la gestión del agua y la tradición en el uso de las
plantas: fuente de alimento (harinas de cereal), tintóreas
(paños y tejidos), encurtidoras (pieles) o fibras vegetales.
Siendo la estructura original del siglo XII, las reformas
llevadas a cabo en el Molino de Martos durante el XIV y el XVI
han transformado inevitablemente su fisonomía anterior. Contaba
con tres batanes, una sala de molienda y un embarcadero.
Mantuvo especial importancia en la ciudad en el proceso de
molida del cereal.
El
Jardín se asoma y baña en el Guadalquivir a través de sus
molinos, facilitando la visita y comprensión de la flora y
vegetación de nuestros sotos y riberas.
Más información en:
http://www.jardinbotanicodecordoba.com/
Casa Museo Arte sobre Piel

La Casa Museo Arte sobre Piel, situada en pleno casco histórico
de Córdoba, junto a la Mezquita, muestra como exposición
permanente la obra del artista Ramón García Romero, que tras
una larga investigación en el tiempo y la historia, recupera
para la humanidad el guadamecí omeya. Esta interesante
recuperación se muestra a lo largo de cinco salas, junto con
otras técnicas antiguas del cuero.
El objetivo de esta Casa Museo, es poner a disposición del
visitante la belleza de nuestra cultura. Se trata de un legado
histórico y artístico único del Mundo.
La exposición está comentada a lo largo de todo su recorrido
por textos explicativos en español, inglés, francés y alemán.
Precio de la entrada: 3 euros (gratis para menores hasta 12
años).
La recepción de la Casa Museo dispone de un pequeño espacio,
destinado a la venta al público de miniaturas realizadas sobre
cuero.
Más información: www.artesobrepiel.com
Teléfono: +34 957 050 131

Galería de la Tortura
Exposición ubicada en pleno corazón del
casco histórico de Córdoba, en la Judería. Lugar que invita a
sumergirte a través del tiempo a una etapa cruel de nuestra
historia.
Colección privada que abarca desde el siglo XIII hasta mediados
del XIX, que presenta una amplia muestra de múltiples máquinas
y procedimientos de tortura, documentada a base de textos en
varios idiomas y abundantes ilustraciones, donde prácticamente
se palpa el uso de cada uno de los entonces utilizados por los
tribunales penales de aquella época.
Galería de la Tortura
700 años de historia en la aplicación de castigos por
infracciones, diferencias de credo y otras causas tan
inopinadas, que aún no encuentran explicación.
La pretensión fundamental es dar a conocer y demostrar a lo
largo de cinco salas, los excesos en las represiones cometidos
a través de esos medios inhumanos de tortura y vejación,
inflingidos a miles de ciudadanos europeos con el fin de que se
establezca la justa comparación entre aquella total privación
de los derechos humanos y la libertad de la cual
afortunadamente hoy disfrutamos.
Precio de la entrada: 3 euros
Más información en: www.galeriadelatortura.com
Teléfono: +34 957 474 508

Centro de Interpretación de la Fiesta de los Patios
CONSTRUCCIÓN CIVIL
SIGLO XX
ÉPOCA MODERNA
UBICACIÓN: CALLE TRUEQUE, 4
El Centro de Interpretación de la Fiesta de los Patios Trueque Cuatro es una casa-patio emblemática de la tradición festiva de Córdoba, un sitio para difundir que la Fiesta de los Patios de Córdoba es la fiesta de todo un pueblo, que vive sus patios, de un pueblo que va expresando su identidad a lo largo de los siglos.
El Centro de Interpretación de la Fiesta de Los Patios Trueque Cuatro se crea para mostrar la valoración dada por la UNESCO en el año 2012 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Dicha cultura inmaterial se refiere al hecho festivo que tiene que ver con la apertura de los patios de casas particulares de manera desinteresada durante dos semanas en el mes de mayo, lo cual es conocido como La Fiesta de los Patios de Córdoba. Así, los propietarios comparten sus patios con la comunidad de la que forman parte.
El Centro de Interpretación de la Fiesta de los Patios Trueque Cuatro pone la mirada en las personas. La cultura inmaterial declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, está basada en el reconocimiento de valores humanos que tienen que ver con una forma de vida entorno al patio, y la expresión de un pueblo ante un hecho festivo que forma parte de su identidad.
Las casas patio emblemáticas de la tradición festiva son también protagonistas y referentes de esta cultura inmaterial y forman parte de la memoria colectiva de todo un pueblo. Las casas patio, que han albergado a una gran cantidad de población en alquiler, las llamadas casas de vecindad, representan también para Córdoba un patrimonio con valor etnológico de gran interés, por ello este Centro de Interpretación ha conservado el patio de la calle Trueque número 4 como lugar protagonista de la casa, tal y como es conocido por todos, así como su evolución histórica y transformaciones de la propia casa donde se ubica, que viene a representar la evolución y la historia de cientos de casas de vecinos que fueron el origen y germen de la Fiesta de los Patios de Córdoba.
Para visitas: Consultar Horarios de museos y monumentos

Centro de Arte Pepe Espaliú
CONSTRUCCIÓN CIVIL
SIGLO XVIII
ÉPOCA MODERNA
UBICACIÓN: CALLE REY HEREDIA, 1
El Centro de Arte Pepe Espaliú, situado en una casa-patio del siglo XVIII recientemente restaurada, posee una exposición permanente de casi 40 obras del creador cordobés que nos permite un acercamiento al artista y su trayectoria personal.
Pepe Espaliú es una de las personalidades más destacadas de la segunda generación de artistas españoles de los ochenta. Nació en Córdoba en el año 1955 y murió en la misma ciudad en 1993 a causa del SIDA, enfermedad que marcó en gran medida el último tramo de su obra. Hombre muy polifacético, llevó a cabo creaciones de escultura, pintura, poesía y acciones públicas (performances).
Para visitas: Consultar Horarios de museos y monumentos
Más información en:
Centro de Arte Pepe Espaliú